lunes, 1 de septiembre de 2014

Conversaciones con Cami

Hace tiempo, en el colectivo, después de pasar un día de risas y boludeces junto a ella, repentinamente le dije:

- Cuando estás con un amigo, siempre hay algo que decir. El filtro entre lo que puede ser un mero pensamiento y algo que querés comunicar se vuelve muy fino. Podés terminar diciendo cualquier estupidez. que sabés que no te va a mirar como si fueras un idiota... La mayoría de las veces. - Y me reí. -Así, los temas que podés hablar son infinitos. No se forman esos silencios incómodos en los que te ponés a hablar del clima porque te sentís obligado a decir algo que lo llene.

Entonces, ella se sonrió.

- Para mi es mas o menos lo contrario. Cuando estás con un amigo, puede haber un silencio enorme, que no se te hace incómodo. Y no sentís que tenés que decir nada; pueden quedarse los dos callados mirando a la nada, que vas a estar en paz.

Finalmente, acordamos que era un poco de ambas.